lunes, 18 de noviembre de 2013

Trabajo en grupo y la individualización

Cuando iniciamos en la escuela el trabajo colaborativo tenemos en mente, las ayudas, la solidaridad, realizar tareas creativas entre todos, en donde todos participan y en donde todos sacan conclusiones. Pero, nos preguntamos, ¿si trabajan en equipo dejamos de lado el aspecto individual del alumno?

Trabajar, formar grupos en el aula, requiere el conocimiento por parte del maestro de todas aquellas características que forman al individuo. Y una vez conocidas todas ellas de cada uno de nuestros alumnos estaremos capacitados, nos sentiremos seguros, y confiados de que el trabajo individual incidirá en el de grupo, y podremos sacar el mayor potencial de cada niño/a. No sólo nosotros conoceremos lo que ellos son, sino que en ese periodo seremos un espejo para que ellos puedan "conocerse" y que exploten todas sus cualidades y aptitudes.

Este anterior espacio de tiempo, incidirá de forma positiva en el trabajo de grupo. Una de las principales funciones del trabajo en grupo, no sólo son consecuencias de respeto, ayudas, empatía, sentimiento de pertenencia, sino el trabajo de los dos hemisferios cerebrales, dejando a un lado esa educación tradicional que daba relativa importancia a lo memorístico y dejaba de lado aspectos tan importantes como la originalidad, creatividad, y éstas inciden directamente en la capacidad posterior de los alumnos para la resolución de todos aquellos problemas que le surjan, no solamente en la escuela, sino fuera de ella, y de esta forma damos realmente sentido y significado a su pertenencia a una escuela que no está separada de la sociedad. Por tanto, trabajaremos tanto el hemisferio cerebral derecho como el hemisferio cerebral izquierdo. Es importante, a mi parecer, que en el primer trimestre de trabajo, no sólo evaluemos a los alumnos, sino que considero más importante la autoevaluación del maestro, teniendo en cuenta aspectos de cohesión de grupo, curiosidad del alumno, relación en el aula y si todos estos aspectos están asentados.

Nuestra misión como maestros es en definitiva cultivar y amplificar los sentidos de nuestros alumnos con todo tipo de actividades, ya que si están en sintonía o en relación con sus sentidos el aprendizaje tendrá significado.

Para reconocer ambas funciones, la individual y la de grupo, deben complementarse mutuamente, como dos procesos polares en las que el maestro debe realizar un análisis propio, coger perspectiva y seguramente tener otra "mirada" dentro del aula.


El aula es un espacio de relación, un espacio activo, un lugar para compartir información, ya que compartir información es aprender.

Javier Mera Suárez
Maestro CEIP Ciudad del Mar, Torrevieja, Alicante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario